Dilemas tropicales

Ya sé que en estos días todo mundo habla de esto, pero no puedo evitar hacer lo mismo. Hace semana y media fueron las elecciones en México y, supuestamente, aún no sabemos quién va a ser el presidente de México los próximos 6 años, porque mientras los resultados del IFE ya dieron como ganador a Felipe Calderón, el Peje no se ha querido dejar y exije que se determinen otra vez los resultados de las elecciones pero contando voto por voto. Esto me hace recordar lo que pasó después de las elecciones de 1988 donde el resultado oficial dio como ganador a Carlos Salinas, pero Cuauhtemoc Cárdenas no reconoció el resultado y organizó movilizaciones de protesta durante algún tiempo. Por cierto, en aquella elección Cárdenas alegaba que el fraude se había cometido de forma tan burda, que Manuel Bartlett, que creo era el jefe de los que organizaban aquellas elecciones, anunció que no se podía revisar el resultado porque "se había caído el sistema"; y ahora Manuel Bartlett es parte del equipo del Peje. Esto nos demuestra que, gane el partido que gane, los beneficiados van a ser siempre los políticos profesionales, esos que siempre quieren vivir sin trabajar. También nos demuestra la falta de congruencia del Peje, que arropó en su equipo al artífice del supuesto fraude del 88 contra sus correligionarios. Además, también tiene en sus filas a Manuel Camacho, que fuera uno de los principales hombres del Innombrable, incluso se barajó como su sucesor.

Aunque los resultados de las elecciones del 88 y de este 2006 parecen ser iguales (por lo polémicos) no lo son. Para empezar, en aquella época las elecciones las organizaba íntegramente el gobierno (priísta) que tenía toda la libertad para cometer todo tipo de transas para beneficiar a su partido. Ahora las elecciones las organiza una institución plural, o sea que está constituida por miembros de todos los partidos políticos registrados y no se puede hacer nada sin que se entere cada uno de ellos. Además, en todo el proceso de la elección hay representantes de cada partido, precisamente para observar que todo se haga correctamente, así que difícilmente se pudo hacer una transa al PRD sin que los perredistas se dieran cuenta. Pero, bueno, si todos los perredistas son como Bejarano o como Bartlett, no dudo que se hubieran prestado para un fraude electoral.

Yo les sugiero que no se desgasten defendiendo a un candidato o al otro, porque son exactamente lo mismo. Si el Peje trae en su equipo a Bejarano, a Bartlett y a Manuel Camacho, con Calderón vamos a seguir padeciendo la vergüenza de tener un gobierno lamehuevos de EU, de la Iglesia y de los empresarios. Y del PRI mejor no hablamos. El panorama no luce esperanzador.