Victoria agridulce

La de anoche fue una victoria agridulce. Me causó alegría ver la forma en que el Rebaño Sagrado fue a Buenos Aires a darle unas clases de futbol y de humildad al Vélez, a cuyos jugadores solo les faltó pedirle un autógrafo al Bofo y a Morales. Las Chivas hicieron un partido excelente, aprovechando cada una de las ventajas que tuvieron a lo largo del partido y minimizando las desventajas que llegaron a tener, como la expulsión de Diego Martínez en el segundo tiempo. Al ver jugar a Chivas, me pareció como si estuvieran a medio torneo, como si no tuvieran más de dos meses sin jugar, con un entendimiento perfecto y una condición física muy buena. (Mientras que otros equipos andan justificando sus derrotas en la jornada 5 con el trabajo de pretemporada y la adaptación de sus refuerzos extranjeros, pamplinas). También me alegró comprobar que Chivas tiene la calidad suficiente para ocupar los primeros lugares de uno de los torneos a nivel de clubes más competitivos del mundo (y sin ayuda de los árbitros, como el América). Lo que me desagradó, y no permitió que mi alegría futbolera fuera completa, fue ver a Chivas estrenando el horrible uniforme nuevo que le acaba de hacer una diseñadorcita fresita que ni le ha de gustar el futbol y que ni ha de conocer la historia del equipo, porque descompuso totalmente la camiseta al prácticamente eliminar las rayas rojas de la parte delantera para convertirlas en unos supuestos cuernos de chivo a la altura del pecho, dejando toda la parte superior en color blanco. Justo este 2006 se cumple un siglo de historia de Chivas, y una de sus más acendradas tradiciones es el uniforme, que aunque ha tenido algunas variaciones con los años, siempre ha mantenido las RAYAS ROJAS Y BLANCAS VERTICALES. Espero que recapaciten lo más pronto posible y regresen el uniforme tradicional, y le pongan otra tarea a la diseñadora, porque a este paso vamos a acabar viendo al Guadalajara con una camiseta blanca y una corbatita roja con el nudo flojo, como RBD. En fin, dicen que no hay dicha completa, y lo de anoche fue un ejemplo.