jueves, 15 de noviembre de 2007

Arte: Lenguaje del alma

Este fue el lema de la XIII Semana Cultural Universitaria, que se llevó a cabo del 22 al 26 de octubre. En esta semana cultural, cuyas sedes fueron el Centro Cultural José Atanasio Monroy, del CUCSUR, la Casa Universitaria Antonio Alatorre Chávez y la plaza de toros Alberto Balderas tuvimos los siguientes eventos:

En el Centro Cultural José Atanasio Monroy:

  • El lunes 22: concierto de música con instrumentos prehispánicos con el grupo Huehuecuicatl, un concierto bastante entretenido y hasta didáctico, porque el director del grupo, el maestro Ernesto Cano, platica con el público y explica cómo se construye, cómo se toca y cuál es la historia de cada instrumento. Por la noche tuvimos la enésima presentación de Radiopatías en Autlán, con casi el mismo programa de los años anteriores.
  • El martes 23: Gato Gordo Blues Band de Guadalajara, con su líder, el eterno Genaro Palacios que, a pesar de los años y de ya necesitar tanque de oxígeno (en serio) vino a ofrecer un concierto con una energía y una pasión que ya quisieran tener muchos grupos de rock? actuales, como Camila (rockeros, jajajajajajajaja). Además de energía, este señor ofrece un chingo de experiencia tocando con algunos de los grandes del blues en su misma tierra de origen, porque estuvo algunos años tocando en Nueva Orleans. El mismo día, se montó una obra de teatro clown con el título Fin de partida que trata de lo que causan el tedio y la rutina en la vida de las personas.
  • El miércoles 24: el mariachi tradicional Los Tíos que, como su nombre lo indica, es un mariachi como los que existían antes de volverse comerciales y exportables, es decir, utilizando únicamente instrumentos de cuerda y tocando los mismos sones que le oímos al Mariachi Vargas, pero en sus versiones originales. Este grupo es originario de un ranchito que está una hora más adentro de Villa Purificación y sus integrantes son campesinos, como los músicos de mariachi originales. En la noche se presentó la banda de música municipal de El Grullo en un evento organizado por Radio Universidad, un concierto algo frío, sin mucha interacción con el público, aunque al final intentaron ganárselo con piezas de Carlos Santana y con Viva Autlán.
  • El jueves 25: el trovador Yahir Durán, presentando su disco Plural Espejo. Muy buen concierto, hasta los chavos se prendieron e interactuaron con el músico, que trae letras bastante ácidas, aunque envueltas en ritmos como sones, jarabes y hasta algo parecido al hip hop. En la noche el debut del pianista Erick Ríos, un chavo que toca el piano de forma excelente, generalmente en bares como el Nápoles y que Miriam y yo lo propusimos para la Semana Cultural y aunque todo mundo nos criticó por traer a un desconocido al Aula Magna (nos criticaron, sí, pero no nos dieron opciones ni presupuesto para traer a un conocido) el concierto resultó un completo éxito donde el público lo despidió aplaudiéndole de pie (incluso, sí, los prestadores de servicio que se quedaron al concierto, con la idea de que se iban a dormir, acabaron encantados y pidiendo otra), con el valor añadido de que se le dio la oportunidad de mostrarse a un joven talento autlense.

En la Casa Universitaria Antonio Alatorre Chávez se mantuvo expuesta la obra seleccionada del Premio Nacional de Pintura José Atanasio Monroy, además de que del lunes al jueves se abrió un café con música en vivo con la presentación de Tejuino Sónico de El Grullo y el hijo del agave Emmanuel Velázquez de Autlán.

En la plaza de toros Alberto Balderas se clausuró la Semana Cultural con la entrega del premio de pintura y la presentación de los ballets folclóricos del Instituto Cabañas de Guadalajara y del CUCSUR, acompañados de la Camerata Sinfónica Jalisciense.

Todos los que trabajamos en la semana estamos de acuerdo en que el estrés y el ajetreo de esa semana y algunas semanas atrás se ve bien recompensados por la satisacción de haber hecho las cosas bien y sobre todo de que a la gente le gustaran los eventos, aunque nos quedamos con la espinita de la poca respuesta del público que, por más difusión que le demos a los eventos, nada más no van. ¿Cuál será la solución? ¿Cómo convencer a la gente de acudir a un evento cultural? ¿Cómo curar la adicción a la mierda televisiva?