martes, 29 de enero de 2008

Qué hueva me dan las rondallas

Anoche se presentó una rondalla en el escenario que se montó desde navidad a un lado del jardín Constitución y que se ha usado para conciertos y cosas así. Miriam y yo fuimos porque queríamos ver al mariachi tradicional Los Tíos, que se presentaron en la pasada Semana Cultural Universitaria y del que ya hablé antes. Antes de Los Tíos tocó esta rondalla, que no me acuerdo cómo se llama, pero cuyos integrantes vienen de Cuautitlán. Su repertorio consistió en canciones de las llamadas románticas, que se han hecho conocidas con músicos gruperos últimamente, de las que no puedo citar los nombres porque no los sé.
Una presentación de una rondalla es de la siguiente forma:
Se paran como 20 personas en semicírculo frente al público, todos ellos armados de unas guitarritas. Estas 20 personas son difícilmente distinguibles entre sí porque van vestidos de la misma forma (una camisa azul y un pantalón negro), además de que todos traen una cara de sufrimiento debida seguramente a la dificultad de ejecución de las piezas que tocan, que consisten en repetir los mismos tres rasguidos a la guitarra ad nauseam. En medio de todos ellos está un señor con cara de vivales, que es el único vestido con traje, que casi no toma su guitarra, sino que su trabajo es hacer comentarios que intentan ser chistosos o muy melosos con voz muy engolada mientras las personas de azul tararean el coro de la canción en turno y siguen con sus series de tres rasguidos a sus guitarras. Además, en el caso de anoche, el señor de enmedio se la pasaba balconeando a las personas de azul preguntándoles su nombre y cuando le contestaban, invariablemente decía "¿Está enojado?" Las canciones que interpreta una rondalla pueden girar en torno a dos principales temas: un señor que le declara su amor a una mujer que no lo pela o un señor que se lamenta de que una mujer lo dejó. Ambos temas aderezados con fuertes dosis de melcocha, claro está.
La inmensa cursilería que inunda una presentación de rondalla casi siempre contagia al conductor del evento, que casi siempre termina improvisando comentarios "románticos". Sobra mencionar que anoche me aburrí más que Vicente Fox en una biblioteca, además de que ya ni vimos a Los Tíos, porque Andrea andaba muy chingona.

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1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

HA HA HA HA... NO MANCHES VALE,... NO SE PORQUE NO ENTRABA A TU BLOG SI ME LA COTORREO RE CHIDO. OYE, PERO NO TODAS LAS RONDALLAS SON TAN JODIDAS... ALGUNAS, RECUERDO A UN TIPO QUE EN UN CONCURSO DE ESTUDIANTINAS(QUE CRIOKE ES LA MISMA COSA) ME HIZO PARARME DE MI ASIENTO PA DETENERLE LA PARTITURA(NO TRAIA ATRIL EL MUY SOPE) ESO CLARO, DESPUES DE HABER AFINADO EN EL ESCENARIO COMO POR 15 MINUTOS... OBVIO DESCALIFICADOS!!
AH, YO PERTENECIA A UNA BUENA ESTUDIANTINA HEHEHE

jue mar 27, 04:13:00 p.m. 2008  

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